Representa la ejecución de la estrategia de una compañía desde el punto de vista de la Dirección General (lo que hace que ésta deba estar plenamente involucrada en todas sus fases, desde la definición a la implantación). Existen diferentes tipos de cuadros de mando integral, si bien los más utilizados son los que se basan en la metodología de Kaplan & Norton.
La principales características de esta metodología son que utilizan tanto indicadores financieros como no financieros, y que los objetivos estratégicos se organizan en cuatro áreas o perspectivas: financiera, cliente, interna y aprendizaje/crecimiento.
En este sentido, para lograr el éxito de la implementación de
la filosofía BSC se requiere tener el apoyo de los líderes de la empresa,
quienes deben cumplir los pasos siguientes:
- Tener compromiso
- Crear un modelo de BSC con los objetivos estratégicos e indicadores clave de desempeño
- Educar al personal, de manera que el BSC sea parte de la cultura organizacional
- Tener soporte tecnológico (software), en caso de no tener los recursos necesarios para comprar un software especializado en el tema, se puede utilizar el excel por ser un software muy común en las empresas y contar con herramientas aprovechables en el diseño de formatos para el control del BCS durante la fase de puesta en práctica
- La perspectiva financiera incorpora la visión de los accionistas y mide la creación de valor de la empresa.
- La perspectiva del cliente refleja el posicionamiento de la empresa en el mercado o, más concretamente, en los segmentos de mercado donde quiere competir.
- La perspectiva interna recoge indicadores de procesos internos que son críticos para el posicionamiento en el mercado y para llevar la estrategia a buen puerto.
- La perspectiva de aprendizaje y crecimiento es la última que se plantea en este modelo de CMI. Para cualquier estrategia, los recursos materiales y las personas son la clave del éxito.
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